Darwin
La teoría de Darwin se asienta en cuatro
pilares fundamentales: la evolución, el gradualismo (con las matizaciones de
Stephen Jay Gould y Niles Eldredge), la especiación y la selección natural.
A estos cuatro pilares, el profesor
Jerry A. Coyne, que acaba de publicar un libro titulado Why Evolution is
True, añade un quinto que me parece irrefutable: "La imperfección
es la marca de la evolución, no la del diseño consciente". En efecto, la
evolución produce criaturas imperfectas, inacabadas. Los mecanismos evolutivos
han dotado al kiwi de unas alas sin función; la mayoría de las ballenas
conservan vestigios de pelvis y huesos de las patas como recuerdo de su pasado
de cuadrúpedos terrestres; los humanos contamos con músculos para accionar una
cola ya desaparecida, erizar plumas de las que no disponemos (la "carne de
gallina") o mover cómicamente las orejas.
Por no hablar del famoso apéndice, muy
útil para que nuestros abuelos primates pudieran hacer fermentar las hojas de
los árboles y transformar su celulosa en azúcares. ¿Qué función desempeña en
los humanos aparte de ponerles, a veces, en riesgo de muerte? Tal vez el
diseñador inteligente haya sidoun cirujano avispado. ¿Sabían ustedes lo del
nervio laríngeo de los mamíferos?
Yo tampoco, pero el profesor Coyne lo
explica de maravilla: el tal nervio interviene en la fonación, pero en vez de
ir directamente del cerebro a la laringe, desciende hasta el pecho, gira
alrededor de la aorta y regresa a la laringe en un recorrido tres veces mayor
del necesario. Fascinante. Pues ese nervio hace lo mismo en las jirafas,
bajando y subiendo por su cuello como un taxista sin GPS. Ninguna deidad que se
precie sería tan despistada. Lo que sucede es que el nervio laríngeo procede de
los arcos branquiales de nuestros antepasados, los peces, y allí sí cumplían
una función.
El aparato reproductor de los humanos es
una galería de chapuzas y un campo minado.
¿Por qué los testículos no se forman
directamente fuera del cuerpo, donde la temperatura es adecuada para los
espermatozoides? Se forman en el abdomen, y cuando el feto tiene unos siete
meses emigran al escroto a través de los canales inguinales, debilitando las
paredes abdominales con el riesgo de causar hernias, a veces mortales. La
uretra está muy mal diseñada, porque pasa por medio de la próstata, y cuando
ésta se inflama dificulta o impide la micción.
Las mujeres paren a través de la pelvis
en un proceso doloroso e ineficaz, porque es demasiado estrecha (por
necesidades de la locomoción bipedal) para un cráneo que ha debido ensancharse
para acoger el crecimiento del cerebro. Desde luego, el diseñador inteligente
no era una mujer. Y ya que estamos hablando de los bajos, si usted fuera
diseñador, ¿habría colocado una planta procesadora de residuos junto a un
parque de atracciones?
Pero además, Darwin ya previó algo
extraño en la selección natural, y es que no siempre actúa en bien de la
especie. A veces la evolución puede producir resultados útiles para un
individuo, pero perjudiciales para la especie en su conjunto.
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