viernes, 20 de diciembre de 2013

Mente y mundo


El Cerebro Puede Ser "Mente" Sin El Cuerpo?
Una reflexión sobre como pensamos, las personas en general. Que es muy arduo por eso he buscado iluminarlo un poco con la ayuda Javier Sampedro. Publicado en el País.
" El cubo de Necker tiene dos posibles interpretaciones: un cubo visto desde arriba o desde abajo. Es condenadamente difícil ver las dos a la vez. Tú sabes que están allí, pero cuando miras el dibujo solo ves una de ellas, generalmente la vista desde arriba. Pero basta que mires el dibujo un buen rato para que el cubo flipe a su otra interpretación. Como sucede con la joven y la vieja, o con la vasija y los perfiles, la información que te entra desde los ojos es siempre la misma, pero alguna parte de tu cerebro —eso que tú llamas yo— está oscilando entre dos percepciones, entre dos estados de consciencia. Más aún: con un poco de práctica, puedes dar una orden voluntaria a tu córtex visual para que te presente una imagen o la otra. ¿Qué quiere decir esto?"
Que nuestras percepciones son subjetivas
"Como nuestro cuerpo es un objeto situado en el mundo físico, y como su geometría es coherente con las coordenadas del entorno —un delante, un detrás, dos lados con la simetría familiar de los espejos—, el homúnculo somatosensorial es en realidad un mapa del mundo. Representa la realidad tal y como la percibe el sentido del tacto, nuestro contacto físico con las cosas. Nuestra mente es en parte una colección de mapas interiores de ese tipo, aunque muchos no posean una topografía tan evidente como la del homúnculo, ni tan desagradable de observar. "
Los sentidos  nos ayudan a entender y representar el mundo
"Lo que tienen en común todos esos procesos, por todo lo que conocen hoy las neurociencias, es un mecanismo de abstracción progresiva."
" Aprender a leer aumenta literalmente la materia gris en las áreas fonológicas del córtex cerebral."
Ejercitar el cerebro lo mantiene vivo y lo mejora
¿Y dónde está el cubo de Necker? ¿Ahí fuera en el mundo físico? ¿O tan solo dentro de tu mente cansada? Vaya, eso es otro cubo de Necker."



 

Cerebro y magia

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A pesar de lo que muchos creen, el cerebro no está diseñado para centrarse en dos cosas al mismo tiempo, por lo que los magos se aprovechan de esto. Nuestro cerebro se centra en algo a partir de la teoría del movimiento, en la que la cosa importante es como si la iluminamos con un foco, y el resto lo dejáramos en oscuridad. Esto permite a los magos que lleven nuestra atención a un punto, y hagan otras cosas en el resto del campo, ya que para nuestro cerebro no está pasando nada.
También aprovechan el efecto desinformación, que significa que la información que se nos da después de un evento altera nuestra percepción del mismo, haciendo más posible realizar el truco completo.

En otros trucos, por su parte, se aprovecha el marco de memoria-predicción del cerebro, por el cual nuestra mente deja de prestar atención a algo si ya ha pasado otras veces y cree que va a volver a suceder así. Por ejemplo, si cubrimos una pelota con una taza, y luego sacamos la taza, lógicamente va a seguir la pelota ahí, pero si no lo vemos quedamos consternados.
Muchas veces se aprovechan del libre albedrío, haciéndonos elegir una carta “al azar” pero haciendo algún gesto físico o mental que nos hace elegir la carta que él quiere. Sin embargo, nuestro cerebro cree que, efectivamente, fue él quien eligió.
Uno de los trucos de magia más conocidos es el de la mujer partida al medio, y aunque es muy antiguo y todos sabemos que en verdad son dos mujeres, nuestro cerebro insiste en que es una. ¿Por qué? Porque le encanta la continuidad, por lo que si ve una cabeza y unas piernas, él imagina un torso sí o sí.
Por otra parte, nuestro cerebro está creado para no notar los pequeños cambios que no nos van a afectar en nada, algo muy aprovechado en los trucos de magia. Los magos también se aprovechan de la disonancia cognitiva, una excusa que tiene el cerebro para racionalizar lo que sucede incluso si va en contra de lo que pensamos o sentimos. Los magos presentan una realidad que es diferente a la que estamos acostumbrados, y en un punto el cerebro no puede racionalizar los eventos.

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Nuestro cerebro está dividido en zonas, a grandes rasgos podemos decir que a cada una le corresponde una función vital diferente. La parte más grande e importante es la que se denomina cerebro fuerte, al cual le corresponden las funciones cognitivas superiores; al cerebelo le corresponden las funciones motoras, como la coordinación y el equilibrio; finalmente el tronco cerebral está más abocado a lo que son las funciones involuntarias, como la respiración. Para el funcionamiento normal de nuestro cuerpo es totalmente necesario que todas las partes, trabajen a la vez y por lo tanto no sólo un pequeño porcentaje. 

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El Efecto Placebo

Entender el efecto placebo


Para muchos investigadores médicos y partidarios de la ciencia pocas cosas son igual de inquietantes que el efecto placebo. ¿Cómo puede una inerte píldora de azúcar tener valor terapéutico? Para tener la respuesta hay que entender el contexto en torno a tratamientos médicos –un marco en el que símbolos y rituales de los servicios de salud se combinan con las intensas reacciones emocionales que surgen en los encuentros entre pacientes y terapeutas. No se debe minimizar la importancia que tienen la confianza, la empatía, la esperanza, el temor, la inquietud y la incertidumbre ante el tratamiento terapéutico.

Al usar píldoras de azúcar, inyecciones de solución salina o incluso falsas cirugías, la investigación sobre el placebo separa la atención médica de los efectos directos de medicamentos o procedimientos genuinos. Investigaciones recientes sobre el efecto placebo han demostrado que el simple encuentro clínico –sin el suministro de ningún medicamento “real” – puede aliviar el dolor, mejorar el sueño, apaciguar la depresión y mejorar los síntomas de una amplia variedad de enfermedades, incluidos el síndrome de intestino irritable, el asma, la enfermedad de Parkinson, las patologías cardiacas y la migraña.
Los placebos influyen principalmente en la autovaloración del paciente. No pueden reducir los tumores, pero sí pueden ayudar a los pacientes a experimentar menos fatiga, náuseas, dolor y ansiedad, que están asociados al cáncer y su tratamiento. No pueden disminuir el colesterol o bajar la presión sanguínea alta, pero pueden cambiar el estado de ánimo o el dolor lo suficiente como, para promover conductas más saludables.

Los placebos pueden funcionar como los medicamentos, y el efecto placebo también puede hacerlos más efectivos. Investigaciones muestran que varios componentes del efecto placebo –por ejemplo, la parafernalia del tratamiento (píldoras e inyecciones) y la relación entre el paciente y el terapeuta– se pueden aumentar proporcionalmente de forma análoga a la dependencia de la dosis (entre mayor es la dosis mayor es el efecto).
En efecto, se ha mostrado que estos componentes estimulan la eficacia de muchos medicamentos potentes. Por ejemplo, cuando se administra la morfina mediante inyección frente al paciente su efecto es significativamente más fuerte que cuando se da vía intravenosa sin que el paciente lo sepa.
Hay muchos mecanismos psicosociales que están implicados en las respuestas al placebo.  Aumento de la esperanza, expectativas positivas y ansiedad reducida en conjunto pueden modificar “los estados mentales” que guían la forma en que los pacientes responden a sensaciones nocivas. Hay claras evidencias de que el apoyo y la empatía de un médico atento y considerado pueden mejorar los resultados clínicos. En efecto, se ha demostrado que los símbolos e indicios inconscientes del entorno  –la bata blanca o el título colgado en la pared– pueden “preparar” a un paciente para experimentar mejoría.
Hasta hace poco se pensaba que los efectos de las píldoras placebo dependían de que se ocultara o engañara sobre su uso. El paciente tenía que creer que el tratamiento era “real” para que funcionara el placebo. Sin embargo, nuevas investigaciones indican que hay potencial de mejora significativa clínica aunque se informe a los pacientes que están tomando una sustancia inactiva. Esto sugiere que la simple práctica de un ritual de tratamiento, como expectativas conscientes, tiene un impacto poderoso.
De hecho, el poder de la imaginación, parece tener una base neurobiológica. Las evidencias recientes muestran que cuando los placebos tienen efectos saludables es porque, al igual que los medicamentos activos, pasan por los mismos procesos neurológicos. Por ejemplo, cuando los pacientes experimentan alivio del dolor debido a los placebos, su cerebro libera opioides endógenos y/o canabinoides CB1 –que son los mecanismos que median cuando se alivia el dolor con la ingesta de tratamientos farmacéuticos.
Del mismo modo, estudios de neuroimágenes muestran que los tratamientos placebo activan estructuras del cerebro específicas como la corteza prefrontal y la corteza del cíngulo anterior rostral. Mediante experimentos realizados en pacientes con la enfermedad de Parkinson se ha mostrado que los tratamientos placebo liberan dopamina endógena en la región estriada del cerebro. Además, se han realizado proyectos piloto de investigación con resultados intrigantes, pues sugieren que puede haber factores genéticos que predisponen a uno a tener mejores respuestas al placebo.

Los efectos del placebo no siempre son benéficos. El efecto placebo tiene un lado oscuro llamado efecto nocebo. Aunque el placebo es biológicamente inerte, se calcula que un 26% de los pacientes tratados con placebo abandonan los ensayos clínicos luego de haber tenido efectos secundarios indeseables, que comúnmente son los mismos que los posibles efectos secundarios de los medicamentos que se están probando. Por ejemplo, en un ensayo de medicamento contra la migraña, si  el ingrediente activo es un anticonvulsivante, el efecto nocebo (el efecto secundario del placebo) tendrá una relación desproporcionada con la anorexia o memoria, pero si el ingrediente activo es un medicamento antiinflamatorio no esteroide, el efecto nocebo probablemente será como tener síntomas gastrointestinales y sed.
Esto  destaca la importancia de los efectos del placebo en la creación de nuevos medicamentos. Para aprobar  nuevos fármacos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos exige dos ensayos clínicos aleatorios controlados, bien diseñados, en los que el medicamento muestre superioridad frente al tratamiento placebo. Sin embargo, la evidencia sugiere que para algunas enfermedades, los efectos del placebo han aumentado gradualmente en las últimas décadas. Esta “variación del placebo” plantea desafíos importantes para detectar las diferencias entre placebo y medicamentos.

Quizás tendemos a olvidar el enorme potencial curativo que puede surgir de una buena relación terapéutica. La investigación sobre placebo ha demostrado que el contexto en el que tiene lugar el tratamiento y la relación entre paciente y terapeuta tiene un enorme potencial para mejorar los resultados de salud.
Necesitamos saber más sobre el poder y limitaciones del efecto placebo. También tenemos que aprender cómo traducir este conocimiento científico en métodos éticos y efectivos que puedan usar los médicos para mejorar los resultados. Además, es indispensable conocer más acerca del efecto placebo en los ensayos clínicos. En resumen, tenemos que dejar de pensar en términos del “arte de la medicina” y empezar a explorar una nueva ciencia de curación.

Hormigas plagas


Las hormigas, a pesar del poco interés que suelen suscitar, tienen una enorme importancia en los ecosistemas. Una de las especies más extendidas, la hormiga argentina, causa graves problemas tanto en entornos humanizados como en el medio natural.
En los tres últimos siglos se ha producido una explosión en la dispersión de especies de hormigas plaga, principalmente por el desarrollo de los transportes y la degradación del medio ambiente. Muchas de estas invasiones han sido de poca importancia, con especies que han ido sólo ligadas a medios humanizados, o que han sido capaces, quizá después de un inicio más agresivo, de adaptarse a las comunidades. Pero otras son o han sido invasiones más graves con eliminación de especies nativas. Algunos ejemplos son: Solenpsis invicta, Monomorium pharaonis, Wasmannia auropunctata o Linepithema humile (hormiga argentina). Estas especies tienen una serie de características comunes que favorecen su dispersión y asentamiento. Fuente (Ecologistas en acción)

En la Península Ibérica, según un reciente estudio de Xavier Espadaler (Universidad Autónoma de Barcelona) y Cedric Collingwood (City Museum, GB-Leeds), hay unas 11 especies de hormigas no nativas. Algunas de ellas aparentemente no causan problemas al hombre o a los ecosistemas, mientras que otras, como por ejemplo la hormiga argentina, pueden ocasionar importantes daños.
Habitualmente el efecto más inmediato de estas hormigas plaga es el desplazamiento de especies nativas. Pero, ¿qué interés puede tener la desaparición de unas especies de hormigas, si después de todo van a ser reemplazadas por otras?


 Los formícidos en los ecosistemas
La importancia de las hormigas en los ecosistemas ha sido de sobra reconocida. En primer lugar, están distribuidas prácticamente por todo el mundo, los únicos lugares libres de hormigas nativas son la Antártida, Islandia, Groenlandia y algunas remotas islas de los océanos Atlántico e Índico. En segundo lugar, forman un grupo dominante en la mayoría de los ecosistemas, tanto por la densidad de individuos, como por la biomasa animal. En algunos bosques tropicales, pastizales, etc. se ha calculado que más del 10% de la biomasa animal total la constituyen las hormigas. Esto hace que su papel dentro de los ecosistemas sea fundamental. Por ejemplo: en la mayoría de los hábitats terrestres están entre los depredadores principales de otros invertebrados; las hormigas cortadoras de hojas son los mayores herbívoros de Centro y Sudamérica; en los desiertos las hormigas granívoras compiten activamente con los mamíferos por las semillas; son presas de muchos vertebrados y otros invertebrados; se estima que las semillas de aproximadamente el 35% de plantas herbáceas son dispersadas por hormigas; es el grupo que en mayor medida renueva el suelo, tanto por la tierra que mueven como por proporcionarle gran cantidad de nutrientes…
Cualquier tipo de afección sobre un ecosistema, incluida la introducción de especies de hormigas exóticas, puede ocasionar insospechadas alteraciones. En este caso, no sólo se deben temer los efectos no calculados, sino que al conocer el papel que cumplen en los ecosistemas muchas especies de hormigas, se puede llegar a intuir qué sucederá tras su desaparición.
Pero, ¿cuáles son los senderos biológicos que proporcionaron el éxito a las hormigas? Posiblemente el hecho de que fuera el primer grupo de insectos depredadores sociales sobre la tierra. El comportamiento social es raro en invertebrados, sólo aparece en algunos grupos de himenópteros y en termitas. Las colonias hacen posible disfrutar de muchas ventajas frente a los individuos solitarios, al permitir el reparto de las tareas de la colonia o en la búsqueda y defensa de las fuentes de alimento.
A pesar de su importancia, existe un gran desinterés por estos animales en nuestras sociedades desarrolladas. Sin embargo, algunas sociedades primitivas les prestan más atención. Los Yanomami (indígenas del Orinoco y Amazonas) son cazadores-recolectores y poseen sólo los rudimentos de una incipiente agricultura, sin embargo reconocen al menos 39 especies de hormigas, a pesar de que aparentemente no les dan ningún uso. Los Yecuana, una sociedad también cazadora-recolectora aunque algo más adelantados en agricultura, reconocen 36 especies de hormigas y tienen al menos 18 usos médicos y leyendas míticas.
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La hormiga argentina
La hormiga argentina (Linepithema humile) se está extendiendo por todo el mundo, sobre todo por zonas de clima tipo mediterráneo (principalmente entre 30-36º de latitud norte y sur), con primeras fechas de detección, fuera de su Brasil de origen, a finales del siglo XIX. En Europa, las primeras citas datan de 1904, y en España de 1923, aludiendo a su carácter de plaga agrícola, ya que, aunque omnívora, establece con frecuencia una relación simbiótica con pulgones y cochinillas, de manera que se alimenta de su secreción y a cambio los protegen de depredadores y parasitoides, con lo que las poblaciones de estos insectos crecen de gran manera y causan problemas a los cultivos.
Se trata de una especie con individuos relativamente pequeños (2,2-2,6 mm las obreras y 4,5-5 mm las reinas), pero fácilmente localizable y reconocible por su color caramelo y las grandes colonias que forma.
Esta especie causa problemas tanto en lugares humanizados como en medios naturales. En el primer caso, la hormiga argentina se comporta como plaga doméstica (sobre todo por atacar las despensas) o problema sanitario, al haberse detectado que actúa como vector de microorganismos patógenos en hospitales. También ocasiona daños en medios agrícolas, por la relación antes descrita con pulgones y cochinillas.
Como plaga en ambientes naturales, altera de forma importante las especies en los lugares que coloniza. Las primeras perjudicadas son las otras hormigas, pero igualmente afecta al resto de la comunidad de invertebrados y por consiguiente a los animales que se alimentan de ellos. Por ejemplo, se ha encontrado una relación directa entre el declive de unos lagartos de California (Phrynosoma coronatum), que se alimentan de otras especies de hormigas, y la presencia de la hormiga argentina. Por otra parte, también produce ataques directos a vertebrados, especialmente a animales de movilidad limitada. Por ejemplo, Miguel Delibes fue testigo en Doñana de cómo mataron y devoraron a los pollos de un nido de golondrinas. Incluso existen algunas antiguas dramáticas referencias de daños a niños en sus cunas.
Los efectos sobre la flora tienen lugar de diferentes formas. Por un lado, por la relación que establece con pulgones y cochinillas que perjudica a las plantas y, por otro, por perturbar y eliminar a polinizadores y dispersores de semillas, con lo que se producen cambios importantes en la comunidad vegetal. En Sudáfrica se ha encontrado que la dispersión de las semillas de numerosas especies depende de la fauna nativa de hormigas, por lo que tras la introducción de la hormiga argentina se han producido extinciones locales de muchas de las plantas como consecuencia del desplazamiento de los formícidos nativos.


Cómo llega una especie a convertirse en plaga
¿Qué factores son los que favorecen la dispersión y la colonización de la hormiga argentina? Por un lado, al abandonar sus hábitats naturales, dejan atrás parásitos y depredadores que ejercen un control sobre sus poblaciones. Por otro lado, algunos aspectos de su propia biología, similar a la de otros exitosos invasores, favorecen su expansión y asentamiento. Así, presentan grandes colonias poligínicas y policálicas (con numerosas reinas y nidos), con habituales intercambios de obreras y reinas, y con posibilidades de cambiar fácilmente su localización en respuesta de alteraciones ambientales. Muestran reclutamiento en masa, es decir, cuando encuentran una fuente de alimento, o alguna situación peligrosa, advierten de su presencia a otras obreras de su colonia gracias a un eficiente sistema de comunicación química, mediante feromonas. Las reinas son fecundadas en el interior de los nidos, por lo que no presentan vuelos nupciales, sino que se dispersan por gemación (una o más reinas se alejan unos metros del nido junto con un grupo de obreras). Este sistema favorece la formación de nuevas colonias puesto que las reinas cuentan desde el principio con la ayuda de obreras, además de ahorrarse los peligrosos vuelos nupciales.
Todas las características mencionadas anteriormente benefician a dicha especie como colonizadora. Sin embargo, el gran éxito de la hormiga argentina se achaca en primer lugar al hecho de que fuera de sus lugares de origen no suele ser agresiva con individuos de su propia especie. Este hecho ha sido atribuido por Neil Tsutsui y otros investigadores de San Diego (California) a la pérdida de complejidad genética de las colonias invasoras, por provenir la mayoría de ellas de pocas colonias originales, aparentemente procedentes de la zona de Rosario (Argentina). Esto haría que los individuos se reconozcan como parientes y se facilitaría la unión de diferentes colonias que unirían fuerzas.
La competencia entre colonias de la misma especie se muestra con frecuencia como un fenómeno de importante peso a la hora del mantenimiento de las comunidades de formícidos. Al competir las colonias por los mismos recursos, llegando a establecerse cruentas batallas, se limitan los tamaños que pueden alcanzar y se favorece la presencia de otras especies. Este importante factor limitante no se encuentra en la hormiga argentina invasora, la que forma grandes unicolonias con territorios exclusivos. Incluso, en Europa recientemente se han expuesto los resultados de un estudio genético y comportamental de las hormigas argentinas a lo largo de las costas de Italia, Francia, España y Portugal. Así, según un equipo internacional de investigadores, encabezados por Laurent Keller de Suiza, no se encontraron agresiones entre individuos de prácticamente todas las colonias estudiadas en esta área, que por otro lado presentan grandes similitudes genéticas. Por ello, las consideran como una gigantesca supercolonia que se extiende a lo largo de 6.000 km de costa y que se compone de millones de individuos. Se pueda hablar de una supercolonia de estas características o no, el caso es que al entrar en contacto colonias de hormigas argentinas cercanas, no suelen producirse agresiones, sino que fusionan los territorios expulsando de ellos a las especies nativas.
Las grandes sociedades que constituyen las hormigas argentinas presentan una alta demanda de recursos. Por otro lado, esta especie es generalista en su alimentación. Por todo ello, entran en competencia con un amplio rango de especies, lo que se conoce como “competencia difusa”. A pesar del reconocido carácter invasor de la especie, las referencias de su comportamiento en ambientes naturales son muy escasas, prácticamente inexistentes en Europa.
La hormiga argentina en Doñana
En Doñana el citado desinterés del hombre moderno por los invertebrados, como las hormigas, se refleja con claridad. Así, la mayoría de los trabajos realizados en el Parque Nacional se han centrado en algún grupo de vertebrados y muy escasos son los que tienen como objetivo, por ejemplo, el estudio de los artrópodos a pesar de constituir mayoría en cuanto a número de especies. Sin embargo, se localizaron en el Parque algunos puntos fuertemente infestados por esta especie, lo que llevó a un grupo de la Universidad de Córdoba, formado por los Drs. Joaquín Reyes, Luis Arias de Reyna y la autora del presente artículo, a plantear un trabajo en el que se determinaran: la distribución de la especie por el Parque, las características de los hábitats que ocupa y su relación con las especies nativas de formícidos.
Así, se han localizado hormigas argentinas principalmente en zonas humanizadas, por ser el hombre su principal agente de dispersión, aunque también se han introducido en ambientes relativamente alejados de la influencia directa humana. Las poblaciones de hormiga argentina suelen iniciar su colonización como plaga doméstica. Aquí crecen de forma rápida y van introduciéndose en el terreno, hasta que se estabilizan cuando se ven limitadas por las condiciones desfavorables del medio.
A medida que la población de hormiga argentina va creciendo, va desplazando o eliminando en el Parque Nacional a las especies nativas de formícidos, tanto las terrícolas como las arborícolas. La hormiga argentina altera la densidad y también el comportamiento de las otras especies en mayor o menor medida según su categoría en la jerarquía de dominancia. De esta manera, eliminan en primer lugar a las especies dominantes (aquellas agresivas, territoriales…) y toleran algún tiempo más a las especies subordinadas (de comportamiento cauteloso, pequeñas colonias…), como la endémica Cataglyphis floricola, aunque su desaparición de lugares infestados es sólo cuestión de tiempo. En distintos experimentos se encontró cómo la hormiga argentina es capaz de desplazar o eliminar a las especies nativas gracias a fenómenos de competencia, tanto por explotación (por ejemplo siendo muy tolerante a los cambios de temperatura), como por interferencia, mostrándose muy agresiva y poseyendo un elevado contingente de obreras, clave para su dominancia.
Bibliografía
· CARPINTERO, S. 2001. Tesis doctoral: Repercusión de la hormiga argentina (Linepithema humile) en el Parque Nacional de Doñana. Servicio de Publicaciones, Universidad de Córdoba.
· DELIBES, M. 2001. Vida. La naturaleza en peligro. Ed. Temas de Hoy, S.A., (T.H.), Madrid, 317 p.
· HÖLLDOBLER, B. & WILSON, E.O. 1990. The ants. Springer-Verlag, Berlin.
· HÖLLDOBLER, B. & WILSON, E.O. 1996. Viaje a las hormigas. Una historia de exploración científica. Crítica (Grijalbo Mondadori), Barcelona.
· VANDER MEER, R.K., JAFFE, K. & CEDENO, A., (eds.) 1990. Applied Myrmecology. A world perspective. Westview Press, Boulder, CO.
· WILLIAMS, D.F. (ed.). 1994. Exotic ants. Biology, impact, and control of introduced species. Westview Press, Oxford, 332 p.
* Artículo de Soledad Carpintero Ortega, Profesora asociada de la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla publicado en El Ecologista nº 33.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Idiomas



 

Entrenamiento cerebral
“Creemos que hablar más de un idioma produce un desarrollo más intenso de las áreas del cerebro encargadas de las funciones de ejecución y atención, lo que ayudaría a prevenir estas enfermedades”, explica Suvarna Alladi, otro de los autores y miembro del Instituto Nizam de Ciencias Médicas de Hyderabad (India).
El entrenamiento mental que requiere esta habilidad supone un ejercicio intenso para el cerebro. “La persona tiene que activar constantemente de manera selectiva sonidos, palabras, conceptos y normas sociales de las diferentes lenguas”, recalca Bak.
“La persona que habla dos idiomas tiene que activar constantemente de manera selectiva sonidos, palabras y conceptos de las diferentes lenguas”
“Nuestros resultados ponen de manifiesto la protección que ejerce el bilingüismo frente a la demencia en una población muy variada y diferente de la que se ha estudiado hasta ahora, tanto en términos culturales y étnicos, como en patrones de uso del lenguaje”, expone el investigador indio.
El científico de la Universidad de Edimburgo coincide con Alladi, “el bilingüismo no solo significa una gran riqueza cultural, sino también una ventaja para la salud pública”. Además, destaca la importancia de llevar a cabo este tipo de estudios en España ya que “es el país multilingüe más importante de Europa y tiene centros importantes destinados a la investigación en este ámbito”, destaca.


“Entre los especialistas hay pocas dudas de que los niños pueden aprender dos o tres lenguas con facilidad y que eso es bueno para su desarrollo cognitivo”, subraya Bak.
Por esta razón, Thomas H. Bak, de nacionalidad polaca, cree que si existe la posibilidad de enseñar dos idiomas en la infancia “vale la pena hacerlo”. “Yo intento enseñar a mi hija de 11 meses hasta tres: español, polaco e inglés”, comenta.  
 





Dislexia
Es una dificultad de aprendizaje en la que la capacidad de un niño para leer o escribir está por debajo de su nivel de inteligencia. Se tiende a usar este término de manera amplia ante cualquier problema de lectura. Hablando con propiedad, la dislexia es la dificultad para leer causada por un impedimento cerebral relacionado con la capacidad de visualización de las palabras. En lenguaje médico se llama ceguera congénita de las palabras; los maestros la suelen denominar impedimento para leer.
La gente con dislexia suele invertir las letras cuando trata de escribir una palabra aunque sepan deletrearla. También suelen escribir algunas letras al revés o invertidas. La lectura es difícil porque no pueden distinguir determinadas letras o las invierten mentalmente. 




No es casualidad que en China el número de disléxicos sea mucho menor que en España. Muchos de sus ideogramas son fáciles de entender con un poco de intuición. Expresan imágenes y no letras, formas inventadas y vacías de contenido por sí mismas como nuestro alfabeto. Cuando un niño chino ve 人 es capaz de interpretar “hombre” si cualquier adulto le ha explicado antes que ese signo es la simplificación del dibujo de una persona. Un poco de imaginación basta. Ese hombrecito, combinado con otros, adquiere distintos significados.

Por ejemplo, 人人, dos hombres, será “todo el mundo”. Al contrario que un niño chino, si a uno español se le dice “la casa está en la montaña”, él, en su sintaxis, traducirá algo como esto: (ideograma, ver PDF). ¿¿¿???. En “está” se habrá perdido porque esta palabra no tiene significado palpable cercano o real. “Está” no existe en su imaginario.

En 2001 un equipo internacional de científicos afirmaba que en todos los casos la base neurológica es la misma, pero se manifiesta de modo distinto según la ambigüedad ortográfica del idioma. El estudio, realizado entre niños de 10 años mostró, que el porcentaje de disléxicos es el doble en Estados Unidos que en Italia. En inglés The pen is on the table se pronunciaría "De pen is on de teibol", o sea, su pronunciación no tiene nada que ver con la grafía. En italiano la misma frase La penna é sul tavolo se pronuncia igual que se escribe, igual que en español: "El boli está sobre la mesa".

A, b, z, ñ, q, n, s, l, c, y, r,f ,s. .. Son signos vacíos y difíciles de entender para las cabezas que funcionan por imágenes.  







Lenguaje infancia



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A diferencia del desarrollo del resto del cuerpo, el desarrollo del cerebro en las etapas de desarrollo útero o fetales cerebrales no es completa. Nuestro cerebro está hecho de un número de células llamadas neuronas que el proceso de información que recibe. Como resultado del desarrollo del cerebro en el feto, un bebé nace con alrededor de 1 millón de neuronas. En cuanto al desarrollo estructural de cerebro con respecto a las células cerebrales se refiere, es casi completa. Sin embargo, la madurez funcional se obtiene como un niño crece. A pesar de las células del cerebro están ahí, transferencia de los impulsos es crucial para que el cerebro funcione de una manera coordinada. Esta transferencia de los impulsos y la información dentro de las células se lleva a cabo a través de las sinapsis o ‘cableado’ en el cerebro. A pesar de que nacen con algunas de las conexiones genéticas, la mayor parte se desarrolla durante el desarrollo del cerebro en la niñez temprana. Esta evolución está determinada por el medio ambiente y las experiencias de un niño en sus primeros años. Por lo tanto, los primeros años de vida de un niño es muy importante en cuanto a su intelectual, así como las habilidades socio-emocionales se refiere.


  Los niños pequeños
La vinculación emocional con los padres y de cuidado de niños durante los primeros años de guiar la formación de conexiones entre las neuronas. Luego, a medida que el niño crece y entra en sus años preescolares, las actividades en la escuela ayudará a su cerebro para desarrollar de manera coordinada. Estas experiencias organizar y reorganizar el cerebro. El desarrollo de los niños se lleva a cabo con mayor rapidez dentro de los primeros tres años. Este crecimiento alcanza su punto máximo durante el primer año, cuando las células del cerebro va estableciendo nuevas conexiones y poner fin a esos que no son necesarios. Esta «poda» de la sinapsis o de las conexiones entre varias células depende de cómo el bebé está a cargo de sus cuidadores. El resultado de la configuración de estas conexiones se refleja en la evolución del comportamiento que un espectáculo infantil en las distintas etapas del desarrollo de diversas habilidades.
Evolución
  • Los primeros 4 meses – En esta etapa del desarrollo del cerebro en los bebés, un bebé empieza a responder al motor y estimulación sensorial. Él comienza a sonreír y seguir objetos y las personas con los ojos. Sin embargo, le falta la comprensión de la existencia de objetos fuera de su campo de visión. El cerebro responde a los colores brillantes y sonidos diversos de un idioma.
  • 5 a 6 meses – Un niño a menudo sonríe y reconoce a los padres y hermanos. Él responde a la estimulación del lenguaje, respondiendo cada vez que se habla. Los bebés ríen, grita o imitar sonidos. Ellos tratan de explorar el mundo a su alrededor por el estiramiento de sus extremidades y poner las cosas en su boca. Ellos son capaces de sentarse cuando se apoyó, rodar, rebotar y agarrar cosas sin usar el pulgar.
  • 7 a 12 meses – Mayor desarrollo mental es evidente a medida que los bebés pueden recordar acciones y repetirlas de memoria y encontrar objetos ocultos. Se identifican, sus partes del cuerpo y voces familiares. Ellos producen sus propios sonidos, y también pueden hablar de sus primeras palabras con sentido. Ellos pueden sentarse solo, ponerse de pie y algunos incluso dan sus primeros pasos.
  • 1 a 2 años – Durante esta etapa, los niños muestran mayores habilidades motoras como correr y subir escaleras. Sin embargo, son más cuidado con objetos desconocidos en comparación con la etapa anterior. Se imitan las acciones de los adultos, comprender historias e incluso entablar amistad con otros niños.
  • 2 a 3 años – Niños alcanzar mayores habilidades motoras a medida que adquieren la coordinación en sus movimientos. Ellos desarrollan una mayor comprensión de las personas que están cerca de ellos y no les gusta ser separados de su familia o amigos. Comprensión espacial se ha mejorado, ya que saben que las cosas se supone que deben estar en su medio ambiente.
  • 3 a 6 años – Durante esta etapa del desarrollo del niño un niño tiene mayor capacidad de atención. Él habla mucho, es muy curioso acerca de su entorno. Él es bulliciosa y activa y muestra entusiasmo para poner a prueba sus habilidades físicas, aunque con cierta cautela. Se refleja un fuerte deseo de hacer las cosas que los adultos hacen y le gusta jugar con los amigos.

Como cuidar  Sea cariñoso y sensible
Si usted piensa que su bebé sólo come, duerme y de vez en cuando te sonríe, piensa dos veces! No es mucho lo que está constantemente en marcha dentro de la cabeza de su hijo. El vínculo emocional entre padres e hijos es el factor decisivo detrás del desarrollo del cerebro en los bebés. Ya hemos hablado sobre las conexiones entre neuronas se establecen durante la infancia temprana. Un niño cuyas necesidades emocionales que se cumplan tiene conexiones saludables que se establecen en su cerebro. Según la educadora Stephen Santos Rico, MA, el desarrollo del cerebro se “utilice su cargo”. Así que cuanto más se experimenta algunas de las emociones más conexiones relacionadas con el mismo será establecido. Por ejemplo, recoger a su niño cuando está llorando. Este sentido de seguridad emocional se desarrollarán las conexiones en el cerebro que le permitan afrontar mejor la crisis en su vida posterior.

Converse con su hijo
Su bebé puede ser demasiado joven para entender los significados de sus palabras. Pero al escuchar sus palabras, la parte del cerebro que está asociado con el habla y el lenguaje se desarrolla más rápido. De hecho, cada vez que tu bebé te oye hablar, cascadas de impulsos corren a través de sus neuronas. Estas conexiones se refuerzan cada vez que las palabras se repiten. Los cambios en la entonación de su voz transmite emociones diferentes a la bebé. A pesar de que el bebé no puede comunicarse en un sentido literal, su cerebro está experimentando el estímulo suficiente para asegurarse de que desarrolla las habilidades adecuadas del idioma y habilidades de pensamiento.

Seguir rutinas
Rutinas siguiente da una sensación de seguridad a los niños. Esto es muy importante para el desarrollo de la confianza en los niños que se decida su lugar en la sociedad una vez que son adultos. Esto también hace que predecible para su hijo y los niños aprenden a contar con usted.

Anime al niño a explorar y jugar
Sin embargo, esto debe hacerse dando prioridad al niño de máxima seguridad. Permita que su hijo explore las cosas por su cuenta. Que conocer gente nueva y jugar con otros niños. Esto promueve mejores habilidades motrices, interpersonales y habilidades de comunicación en los niños.

Papel de las actividades preescolares
Actividades como el diario de la mañana saludos sujetos a un niño a mismas palabras y acciones repetidas que refuerzan las conexiones asociadas con el lenguaje y la expresión. Cuando los niños se sientan a la hora del cuento, que tienen la oportunidad de pensar y expresar sus sentimientos. Para este ejercicio sea eficaz, es importante que un maestro tiene un pequeño grupo de manera que cada uno obtiene una oportunidad para expresarse. Juego con los dedos, el juego libre y hora de la merienda, permiten a un niño las mismas oportunidades para la exploración y el desarrollo de las habilidades motoras que recibe de sus padres en el hogar. Aunque el desarrollo continúa en la misma línea desde la edad preescolar como lo hizo en el hogar, las actividades son un poco más compleja que está en consonancia de la edad del niño en su educación preescolar.
Aquellos padres que están preocupados por el desarrollo intelectual de sus hijos pueden sentir que este punto de vista muy falta en este artículo. Sin embargo, es muy importante para los padres como para saber que al satisfacer las necesidades emocionales naturales de sus hijos, que están ayudando a un desarrollo cerebral saludable en la infancia temprana que proporcione la base para el desarrollo intelectual en los próximos años. Sólo tienden a la manera de la naturaleza nos ha hecho. Si por las obras de la naturaleza se supone que debemos completar nuestro desarrollo del cerebro fuera del útero, entonces la naturaleza misma ha establecido el sentimiento de afecto y la atención en nosotros por nuestros hijos que es crucial para el desarrollo del cerebro en la niñez temprana. Responder a sus instintos paternales. Esto es lo mejor que puede hacer para garantizar el desarrollo del cerebro en los bebés y adecuada durante la infancia temprana.
 

ARGENTINA

 ¿Cómo se relacionan la alimentación y el aprendizaje?

–El cerebro es el órgano que crece más rápido. Al nacer, pesa 35 gramos, que es el equivalente a seis monedas de un peso. Al año, pesa 900 gramos, que son 150 monedas. De seis monedas pasamos a 150 en un año. ¿Cuánto pesa de adulto? Un kilo doscientos (200 monedas).
El cerebro crece a un ritmo de dos miligramos por minuto en los primeros meses de vida. Cada neurona de los 100.000 a 140.000 millones que tenemos en tres milímetros de espesor de la corteza cerebral emite hasta 15.000 cables cuando hay buena alimentación y buena estimulación.
Si alimento y estimulo de manera adecuada al niño, tendré un cerebro cableado. Esos cables se interconectan con los cables de las otras neuronas y le dan al individuo la rapidez mental, la capacidad de asociación, de relación. Mi abuela decía: “Este hombre es de pocas luces” (poco cableado) o “Este hombre es brillante” (bien cableado).

–Entonces, lo fundamental es hacer crecer ese cableado para luego poder educarlo…

–El primer año de vida marca la suerte del sistema nervioso central. Es el año más importante en la vida de un hombre. Marca para siempre su futuro. No hay forma de revertir esta situación pasado el año de vida.
Por eso, los pediatras van midiendo con un centímetro la cabeza del chico. Crece un centímetro por mes. Es sorprendente. Si no hay cableado neurológico, no hay qué educar. La educación es una semilla maravillosa que, como toda semilla, necesita un sustrato para fructificar, y el sustrato es un cerebro intacto. Si no tengo cerebros intactos, no tengo qué educar. 

–¿La leche materna cumple un papel fundamental?

–En los Estados Unidos, se hizo un estudio sobre los soldados voluntarios que fueron a Vietnam. Muchos de ellos no volvieron nunca. Los mataron porque fueron incapaces de matar. Se descubrió un rasgo distintivo en todos estos hombres que habían sido incapaces incluso de desenfundar el arma. Todos habían sido amamantados por sus madres.
Cuántos males de la sociedad violenta que tenemos podríamos evitar si estimuláramos más la lactancia materna, con más padres y madres en sus funciones específicas de padre y madre. Si cuidásemos más a ese hombre del futuro, que es el niño; a ese reemplazo nuestro, que es el niño, la historia sería otra.
La desnutrición es el resultado del subdesarrollo. De nada sirve alimentar al niño si lo devolvemos al ambiente hostil del que proviene. A los quince días estamos de nuevo con el niño desnutrido.
He visto chicos durmiendo en pozos, tapados por perros para calentarse porque no tenían techo ni ropa de abrigo. Vi analfabetismo, mujeres a las que nunca nadie les dijo que las querían, drogadicción, promiscuidad, prostitución, violaciones, incesto, miseria material y moral.

Conozco todo del país, de cabo a rabo. El 60% de la población argentina no tiene cloacas. El 40% no tiene agua corriente. Vi a hombres de mi edad llorar porque les llevábamos agua a la casa. Vi cosas horribles. Un día le dije a una mujercita encantadora: “¡¿Cómo está, Matilde?!”. “¿Cómo está el Juancho, su hijito?”. Y ella se puso a llorar. Me quedé preocupado por lo que le habría pasado al Juancho. Entonces, la abracé y le pregunté: “¿Qué le pasó al Juancho, Matilde?”. Ella me respondió: “Nada, doctor”. “¿Y porqué llora?”, le pregunté. Ella me contestó: “Es que hace diez días que nadie me habla”.
Uno cree que el pobre es un individuo igual que cualquiera, pero sin plata. El pobre es pobre en educación, en familia, en amigos, en sueños, en ideales, en introspección, en retrospección, en experiencia, en entusiasmo, además, no tiene plata.

–Tenemos que preservar el cerebro durante el primer año de vida y educar ese cerebro. Si luego ponemos simultáneamente cloacas, agua corriente, agua caliente y luz eléctrica en cada casa argentina, tenemos una potencia en treinta años. El desarrollo es una consecuencia de la educación en cerebros bien preservados, con alimentación y afecto.
Tenemos que procurar que cada niño tenga una escuela adonde ir, un agente sanitario que lo asista y una dieta equilibrada que le posibilite el desarrollo. Debemos hacer una gran nación y podemos hacerla si los gobiernos, las ONG y la comunidad trabajamos todos juntos como hermanos. La patria está enferma, la madre está enferma. Y cuando está enferma la mamá, ¿dónde deben estar sus hijos sino al lado de ella tratando de cuidarla y de mimarla? Esa es nuestra obligación.
 




Lenguas y cerebro



 


Entrenamiento cerebral
“Creemos que hablar más de un idioma produce un desarrollo más intenso de las áreas del cerebro encargadas de las funciones de ejecución y atención, lo que ayudaría a prevenir estas enfermedades”, explica Suvarna Alladi, otro de los autores y miembro del Instituto Nizam de Ciencias Médicas de Hyderabad (India).
El entrenamiento mental que requiere esta habilidad supone un ejercicio intenso para el cerebro. “La persona tiene que activar constantemente de manera selectiva sonidos, palabras, conceptos y normas sociales de las diferentes lenguas”, recalca Bak.
“La persona que habla dos idiomas tiene que activar constantemente de manera selectiva sonidos, palabras y conceptos de las diferentes lenguas”
“Nuestros resultados ponen de manifiesto la protección que ejerce el bilingüismo frente a la demencia en una población muy variada y diferente de la que se ha estudiado hasta ahora, tanto en términos culturales y étnicos, como en patrones de uso del lenguaje”, expone el investigador indio.
El científico de la Universidad de Edimburgo coincide con Alladi, “el bilingüismo no solo significa una gran riqueza cultural, sino también una ventaja para la salud pública”. Además, destaca la importancia de llevar a cabo este tipo de estudios en España ya que “es el país multilingüe más importante de Europa y tiene centros importantes destinados a la investigación en este ámbito”, destaca.


Desde la infancia
“Entre los especialistas hay pocas dudas de que los niños pueden aprender dos o tres lenguas con facilidad y que eso es bueno para su desarrollo cognitivo”, subraya Bak.
Por esta razón, Thomas H. Bak, de nacionalidad polaca, cree que si existe la posibilidad de enseñar dos idiomas en la infancia “vale la pena hacerlo”. “Yo intento enseñar a mi hija de 11 meses hasta tres: español, polaco e inglés”, comenta.
Lo que los expertos aún no tienen claro es si aprender varias lenguas después de la adolescencia tiene el mismo efecto. “Hay algunos trabajos que sugieren que sí, pero necesitamos investigar más”, concluye Bak.



Dislexia
Es una dificultad de aprendizaje en la que la capacidad de un niño para leer o escribir está por debajo de su nivel de inteligencia. Se tiende a usar este término de manera amplia ante cualquier problema de lectura. Hablando con propiedad, la dislexia es la dificultad para leer causada por un impedimento cerebral relacionado con la capacidad de visualización de las palabras. En lenguaje médico se llama ceguera congénita de las palabras; los maestros la suelen denominar impedimento para leer.
La gente con dislexia suele invertir las letras cuando trata de escribir una palabra aunque sepan deletrearla. También suelen escribir algunas letras al revés o invertidas. La lectura es difícil porque no pueden distinguir determinadas letras o las invierten mentalmente. 


La dislexia detallado en un revoltijo de letras blured
 Foto de archivo - 432670

Cuestión de Telómeros



 Ya no es cuestión de Bemoles, sino de Telómeros



 Los telómeros (del griego telos, "final" y meros, "parte") son los extremos de los cromosomas. Son regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Además están involucradas en enfermedades tan importantes como el cáncer.

Está demostrado que la longitud de los telómeros, unas estructuras que se localizan en los extremos de los cromosomas, se relaciona directamente con el envejecimiento, el desarrollo de ciertas patologías e incluso con una muerte prematura.
Ahora, un equipo de científicos del Instituto de Medicina Preventiva de la Universidad de California (EEUU) ha presentado los resultados de un estudio, publicados en la revista The Lancet, que concluyen que la introducción de hábitos de vida saludables puede modificar el tamaño de estas estructuras y, por tanto, la predisposición a padecer los achaques propios de la edad.
Al igual que un recubrimiento plástico impide que los cordones de los zapatos se deshilachen, los telómeros protegen el área terminal de los brazos cromosómicos, donde se insertan, y los mantienen estables. Así, cuanto más se acorten y debiliten estas fundas, más rápidamente morirán las células en cuyo interior se localizan.
Unos telómeros cortos sugieren un alto riesgo de sufrir un fallecimiento prematuro o desarrollar enfermedades que incluyen algunos tipos de cáncer, accidentes cardiovasculares, demencia, obesidad, osteoporosis, enfermedades infecciosas y diabetes.





 Los telómeros (del griego telos, "final" y meros, "parte") son los extremos de los cromosomas. Son regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Además están involucradas en enfermedades tan importantes como el cáncer.

Está demostrado que la longitud de los telómeros, unas estructuras que se localizan en los extremos de los cromosomas, se relaciona directamente con el envejecimiento, el desarrollo de ciertas patologías e incluso con una muerte prematura.
Ahora, un equipo de científicos del Instituto de Medicina Preventiva de la Universidad de California (EEUU) ha presentado los resultados de un estudio, publicados en la revista The Lancet, que concluyen que la introducción de hábitos de vida saludables puede modificar el tamaño de estas estructuras y, por tanto, la predisposición a padecer los achaques propios de la edad.
Al igual que un recubrimiento plástico impide que los cordones de los zapatos se deshilachen, los telómeros protegen el área terminal de los brazos cromosómicos, donde se insertan, y los mantienen estables. Así, cuanto más se acorten y debiliten estas fundas, más rápidamente morirán las células en cuyo interior se localizan.
Unos telómeros cortos sugieren un alto riesgo de sufrir un fallecimiento prematuro o desarrollar enfermedades que incluyen algunos tipos de cáncer, accidentes cardiovasculares, demencia, obesidad, osteoporosis, enfermedades infecciosas y diabetes.



miércoles, 30 de octubre de 2013

Memoria o memorias???

 

Lo que sigue son unos fragmentos del libro de Clive Thompson Smarter Than You Think: How Technology Is Changing Our Minds for the Better, que acaba de publicar Penguin Press.

¿Está acabando internet con nuestra capacidad de recordar datos? Si alguna vez se ha lanzado a su smartphone durante una discusión de bar (“Cantante que solo tuvo un éxito y hoy es el padre de una estrella del pop que hace bailes obscenos”, ¡Billy Ray Cyrus!), entonces seguro que siente un persistente temor a estar perdiendo la memoria. Y, seamos sinceros, a medida que surjan herramientas de búsqueda cada vez más alucinantes y poderosas --desde el Watson que juega a Jeopardy! de IBM hasta la “búsqueda predictiva” de Google Now--, esa inquietud no va a hacer más que aumentar.
¿Es verdad? ¿Cada vez que echamos mano al ratón porque se nos han olvidado los ingredientes del Tom Collins o la capital de Arkansas estamos perdiendo la capacidad de retener conocimientos?
La respuesta rápida es que no. Las máquinas no están destrozando nuestra memoria.
La respuesta más larga es que ¡se trata de algo muchísimo más extraño!
 

Lo que sucede en realidad es que hemos empezado a adaptar las máquinas a una vieja técnica que desarrollamos hace miles de años, la “memoria transactiva”. Es decir, el arte de almacenar información en las personas que nos rodean. Hemos empezado a tratar los motores de búsqueda, Evernote y los smartphones como siempre hemos tratado a nuestros cónyuges, amigos y colegas. Son los cómodos dispositivos que utilizamos para compensar nuestra escasa capacidad de recordar detalles.
Porque, francamente, a nuestro cerebro siempre se le ha dado muy mal recordar detalles. Sabemos retener la información esencial. ¿Pero los datos concretos y engorrosos? No tanto. En un estudio de 1990, mucho antes de que las redes corroyeran nuestras mentes como se piensa, el psicólogo Walter Kintsch llevó a cabo un experimento en el que los sujetos leían varias frases. Cuando les preguntaba 40 minutos después, solían poder de recordar las frases al pie de la letra. Cuatro días después, eran totalmente incapaces de recordar la formulación exacta de la frase, pero aún sabían describir su significado.

La excepción es cuando alguien está obsesionado con un tema. Si una persona es muy aficionada a algo concreto --fútbol, la Guerra de Secesión, Pokémon--, suele tener gran facilidad para absorber y retener detalles. Cuando uno es experto en algo, no le cuesta nada aprender datos nuevos sobre la materia. Pero eso solo pasa con cosas que nos apasionan. Los aficionados al béisbol pueden recitar las estadísticas de sus jugadores favoritos y en cambio olvidar cuándo es su propio cumpleaños.
La humanidad, pues, siempre ha recurrido a dispositivos para averiguar esos detalles. Hace mucho que almacenamos conocimiento en libros, papeles, notas de Post-it.
¿Y cuándo necesitamos obtener información sobre la marcha, en cualquier momento y a toda velocidad? . Recurrimos a algo mucho más inmediato: otras personas.


El psicólogo de Harvard Daniel Wegner y sus colegas Ralph Erber y Paula Raymond iniciaron el estudio sistemático de la “memoria transactiva” en los años ochenta. Wegner se dio cuenta de que los cónyuges, muchas veces, se reparten las tareas. El marido se sabe los cumpleaños de los familiares políticos y dónde están las bombillas de repuesto; la mujer, el número de la cuenta bancaria y cómo programar el DVD. Si se le pregunta al marido el número de cuenta, se encoge de hombros. Si se le pregunta a la mujer cuándo cumple años su cuñada, nunca se acuerda. Juntos, saben mucho. Por separado, un poco menos.
Wegner sospechó que ese reparto de tareas se produce porque tenemos una buena “metamemoria”. Somos conscientes de nuestras cualidades y limitaciones mentales podemos intuir la capacidad de recordar de otras personas. Después de mucho tiempo con un colega o una pareja, sabemos que, mientras que nosotros no conseguimos recordar la hora de nuestra reunión, o una noticia, o cuánto mide un kilómetro en relación con una milla, ellos sí. A unos les encanta el tema X; a otros, el tema Y. Así que cada uno empieza a delegar subconscientemente la tarea de recordar esos datos en el otro, a tratarlos como si fueran un cuaderno de notas o una enciclopedia, y ellos hacen lo mismo. En muchos aspectos, indicó Wegner, las personas son mejores que los cuadernos y las enciclopedias, porque responden con mucha más rapidez: no hay más que gritar una pregunta vagamente formulada al cubículo de al lado (¿Dónde guardamos el cacharro que usamos para ese asunto?) y obtenemos una respuesta en cuestión de segundos. Compartimos el trabajo de recordar, destacó Wegner, porque hace que, como colectivo, seamos más inteligentes.
Los experimentos han corroborado la teoría de Wegner. Un grupo de investigadores estudió a parejas de ancianos que llevaban décadas juntos. Cuando los separaba y les preguntaba de forma individual sobre cosas que habían pasado hacía años, a veces se equivocaban con los detalles. Cuando les preguntaba juntos, los recordaban sin problemas. ¿Por qué? Porque se daban mutuamente pistas, una forma de despertar los recuerdos del otro.
 Otros experimentos han dado resultados similares. En uno de ellos, se enseñaba a unas personas a hacer una cosa difícil --montar una radio-- y se les examinaba una semana después. Los que habían aprendido en grupo y se examinaban con ese mismo grupo lo hacían mucho mejor que los que trabajaban a solas; juntos, recordaban más detalles y cometían menos errores. En 2009, unos investigadores observaron a 209 estudiantes universitarios en un curso de empresa, divididos en pequeños grupos para llevar a cabo un proyecto semestral. Los grupos que más utilizaban la memoria transactiva --es decir, los grupos cuyos miembros más recurrían unos a otros para recordar información-- sacaron mejor nota que los que no la empleaban. No es solo que los grupos trasactivos recuerden mejor: es que además analizan mejor los problemas y comprenden mejor sus principios fundamentales.


No recordamos de forma aislada, y eso está muy bien. “Simplemente, parece que grabamos tantos datos fuera de nuestra mente como dentro de ella”, escribe Wegner. “Las parejas que pueden recordar cosas de forma transactiva ofrecen a los individuos que la componen una capacidad de almacenamiento y acceso a una variedad mucho más amplia de informaciones que en caso contrario”. Estamos, según la deliciosa definición de Wegner, ante “los procesos mentales de la díada íntima”.
Y resulta que eso mismo es lo que hacemos con Google, Evernote y las demás herramientas digitales. Las tratamos como a unos amigos de memoria alucinante y que suelen estar a nuestra disposición. Nuestra “díada íntima” incluye hoy un cerebro de silicio.
Hace poco, una alumna de Wegner --la científica de la Universidad de Columbia Betsy Sparrow-- llevó a cabo varios experimentos que están entre los primeros que demuestran esta tendencia. Ofreció a sus sujetos frases con datos aleatorios (como “El ojo de un avestruz es más grande que su cerebro”, o “El transbordador espacial Columbia se desintegró al entrar en la atmósfera sobre Texas en febrero de 2003”) y les dijo que las escribieran en un ordenador. En algunos casos, les dijo claramente que la información no se iba a guardar. En otros, la pantalla les decía que se había guardado en una de cinco carpetas con nombres poco significativos, como DATOS, ASUNTOS o PUNTOS. Cuando Sparrow examinó a los estudiantes, los que sabían que el ordenador había guardado la información, en general, la recordaban peor que los que creían que los datos no se habían guardado. Es decir, si sabemos que una herramienta digital va a recordar un dato, es algo menos probable que lo recordemos.
Sin embargo, estamos bastante seguros de dónde podemos encontrar ese dato dentro del ordenador. Cuando Sparrow pidió a los estudiantes que recordaran si un dato se había guardado o se había borrado, se acordaban mejor de los casos en los que el dato se había guardado en una carpeta. Como explicó en un ensayo para Science, “pensar que uno no va a tener acceso a la información en el futuro refuerza la capacidad de recordar la información en sí, mientras que creer que la información se ha guardado en otro sitio refuerza la capacidad de recordar que es posible acceder a ella”. Cada situación refuerza un tipo diferente de memoria. Otro experimento llegó a la conclusión de que a los sujetos se les daba verdaderamente bien recordar los nombres concretos de las carpetas que contenían el dato exacto, pese a que los nombres de las carpetas eran de lo más anodino.
“Igual que mediante la memoria transactiva aprendemos quién sabe qué en nuestra familia y en nuestra oficina, estamos aprendiendo lo que ‘sabe’ el ordenador y cuándo debemos acudir al sitio en el que hemos almacenado la información en nuestras memorias informáticas”, escribió Sparrow.
Podría decirse que eso es precisamente lo que más miedo nos da: ¡nuestra capacidad mental está disminuyendo! Pero, como de indicó Sparrow cuando hablamos sobre su trabajo, ese pánico es exagerado. Llevamos siglos almacenando una gran parte de lo “sabemos” en las personas que nos rodean. No solemos ser conscientes de ello porque preferimos vernos como unos cerebros aislados y cartesianos. A los novelistas, en especial, les encanta ensalzar las glorias de la mente solitaria; es lógico, dado que su trabajo les exige estar sentados a solas en una habitación durante años y años. Pero los demás, en general, pensamos y recordamos de manera social. Somos más tontos y tenemos una mente menos ágil si no estamos con otras personas; y ahora, otras máquinas.
De hecho, como interlocutores transactivos, las máquinas tienen varias ventajas sobre los humanos. Por ejemplo, si les hacemos una pregunta, podemos acabar obteniendo mucha más información de la que creíamos. Si estoy tratando de recordar qué parte de Pakistán ha sido blanco de toneladas de bombas arrojadas por aviones no tripulados y le pregunto a un colega informado sobre los asuntos internacionales, me contestará que “Waziristán”. Pero cuando hice la pregunta en internet, me enviaron a la página de Wikipedia sobre “Ataques con aviones no tripulados en Pakistán”. Acabé leyendo sobre el asombroso aumento de los ataques con aviones no tripulados (de uno al año a 122 al año) y varias informaciones muy interesantes sobre la sorprendente división de opiniones entre los residentes de Waziristán. Es evidente que era una forma de perder tiempo --pasé alrededor de 15 minutos echando un vistazo a distintos artículos de Wikipedia sobre tamas relacionados--, pero también aprendí más cosas y mejoré mis conocimientos generales y “esquemáticos” sobre Pakistán.
Imaginemos que mi colega se hubiera comportado como un motor de búsqueda y me hubiera dado una conferencia de cinco minutos sobre Waziristán. Lo más probable es que yo le hubiera interrumpido bruscamente. “¡Venga, tío!, que tengo que volver al trabajo”. Cuando las personas nos sueltan información sin que se la hayamos pedido, resultan hasta groseros. Cuando lo hacen las máquinas, resultan fascinantes. Y hay muchas oportunidades de comprobarlo. Se podría pensar que los motores de búsqueda se utilizan sobre todo para responder preguntas, pero algunas investigaciones han descubierto que hasta el 40% de todas las búsquedas son para recordar. Estamos intentando refrescar los detalles de algo que ya sabíamos.
Si utilizar el ordenador para despertar la memoria transactiva tiene algo de peligroso, no es que nos vaya a volver más tontos o más desmemoriados. Es que su mecánica es inescrutable. La memoria transactiva es más eficaz cuando una persona sabe cómo funciona la mente de su interlocutor: qué se le da bien, qué se le da mal, si tienen algún prejuicio. Son cosas que es posible saber de la gente a la que conocemos bien. Pero con las herramientas digitales es más difícil, sobre todo con los motores de búsqueda. Son empresas privadas que protegen sus algoritmos como si fueran las joyas de la corona. Y en ese sentido son distintas a todas las formas anteriores de memoria transactiva mecánica. Una biblioteca pública, un cuaderno, un montón de papeles, no guardan secretos intencionados sobre sus mecanismos. Un motor de búsqueda sí, y muchos. Necesitamos aprender sobre estas herramientas del mismo modo que enseñamos a los niños a leer y escribir; tenemos que ser escépticos cuando las empresas de búsqueda aseguran que son árbitros “imparciales” de la información.
 

Además, la memoria transactiva no es un cheque en blanco cognitivo. Alumnos de bachillerato, lo siento por vosotros: seguís teniendo que aprenderos de memoria montañas de datos, por razones cívicas, culturales y prácticas, porque una sociedad necesita bases comunes de conocimientos. Y, a nivel personal, porque sigue siendo importante estudiar despacio y aprender a fondo los temas, entre otras cosas, porque el pensamiento creativo --los hallazgos más innovadores-- nace de una reflexión profunda y a menudo inconsciente, la labor del cerebro que da vueltas a todas las informaciones que ha absorbido.
Ahora bien, dejemos de preocuparnos por que los smatphones nos vayan a arrebatar la memoria de nuestro cerebro. Hace tiempo que la memoria no está ahí y, sin embargo, sigue a nuestro alrededor.


Breve reseña de Wikipedia de la memoria ( en general)
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
Los primeros estudios sobre la memoria comenzaron en el campo de la filosofía, e incluían las técnicas para mejorar la memoria. A finales del siglo XIX y principios del XX, la memoria pasó a ser el paradigma por excelencia de la psicología cognitiva. En las últimas décadas se ha convertido en uno de los principales pilares de una rama de la ciencia conocida como neurociencia cognitiva, un nexo interdisciplinario entre la psicología cognitiva y la neurociencia.

viernes, 25 de octubre de 2013

Pederastas



Los Evangelios que hablan  del escándalo de abusar de los niños. Jesús es tajante. Pide la pena de muerte para quien escandalice a un niño. ¿Y qué mayor escándalo para un niño que abusar de él sexualmente?
El texto aparece nada menos que en los tres Evangelios llamados sinópticos: Mateo 18,5; Marcos, 9,42 y Lucas, 9,46. La Biblia de Jerusalén, traducida directamente del original, le pone como título al episodio en los tres Evangelios la palabra "escándalo".
En el Evangelio de Mateo, tras una discusión de los apóstoles sobre problemas de jerarquía, en la que le preguntan al maestro quién será el "mayor" en el Reino de los Cielos, Jesús desarma sus ambiciones, llama a un niño y les dice que si no cambian de mentalidad y no se hacen como los niños, "no entrarán en el nuevo Reino". Enseguida, Jesús se identifica él mismo con los niños: "Quién recibe a un niño como ése en mi nombre, a mí me recibe". Y enseguida pronuncia la gran sentencia: "Pero al que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt, 18,6 ss). Jesús continúa diciendo que en el mundo siempre habrá escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!
La imagen gráfica de la rueda de molino alrededor del cuello de quien escandalice a un niño, aparece exactamente igual en el Evangelio de Marcos y en el de Lucas, además de en el de Mateo. Lo que revela que debía de haber creado gran impacto entre los primeros cristianos y que no fue posible silenciarla.
La imagen que sugiere Jesús haría pensar que a quien escandaliza a un niño más le valdría suicidarse. Pero, los tres evangelistas hablan de pena de muerte. Son los otros quienes deben colgarle esa piedra de molino al cuello y arrojarle al mar. ¿Cabe pena más severa?

Todo atropello a un niño es un atropello a la vida misma, de ahí que quien lo comete no merezca, según Jesús, seguir viviendo.
Y, añade, si tu mano o tus pies o tus ojos se convierten en objeto de escándalo, y más si se escandaliza a un niño, es mejor automutilarse. Jesús pronuncia esas palabras inmediatamente después de la imagen de la rueda de molino.

 


Lo quieran o no, la rueda de molino de la que hablan los evangelistas, colocada sobre el cuello de cada cura pederasta, seguirá siendo la condena inapelable de los ciudadanos y de la sociedad al gran escándalo de abusar de un menor del que ellos deberían ser los mejores guardianes y defensores.